sábado, 29 de octubre de 2011

La Sal Marina buena para la salud y además... buena para el espíritu


Protección, limpieza, neutralización de daños, descarga, razonamientos, conservación... los usos de la sal en las prácticas mágicas son tan diversos como efectivos. Desde tiempos muy remotos, constituye un ingrediente indispensable para todo tipo de rituales. Los magos utilizaban sal para proteger sus herramientas, para deshacer maldiciones, para realizar una efectiva limpieza del espacio. Además de esas ventajas, existe otra fundamental: está al alcance de todos.

El poder de la sal proviene en parte de sus estructura cristalina, es el cristal más fácil de conseguir. Sus propiedades pueden ayudarnos a canalizar la energía por el interior de nuestro cuerpo y dentro de nuestro entorno doméstico. La sal no sólo sirve para realinear las nuevas energías, sino que además actúa como conductora de la energía etérica. Aumenta el caudal de energía etérea que fluye por nosotros y por nuestra casa.

¿Su energía está en baja? ¿Las malas vibraciones de las personas que lo rodean lo afectan? ¿Cree que es víctima de un daño? No se complique buscando métodos complicados. Todo lo que debe hacer para cambiar la energía es agregar sal al agua de su baño. Esto crea un cambio alquímico –se convierte un elemento sólido (la sal) en líquido.
Báñese en esta mezcla para crear un cambio similar en usted. Visualice sus deudas, preocupaciones, enfermedades (si las hubiera) y las energías negativas que lo afectan. Vea cómo esos males abandonan su cuerpo y quedan en el agua donde son neutralizados.
Si prefiere ducharse, utilice una pequeña cantidad de sal gruesa en un recipiente y una esponja. Embeba la esponja en agua, sumérjala luego en el recipiente con sal y después frote su cuerpo.
Por último, termine el baño de la manera habitual, con agua y jabón.

Un consejo: Realice este ritual durante el Cuarto Menguante o la Luna Nueva, porque estas fases potencian los ritos de defensa y barrera.

Se puede conseguir una purificación rápida y efectiva creando un vórtice de energía en el centro de una habitación. Para realizar esta técnica debe emplear sal en polvo de textura muy fina. Utilice un mortero y una mano de mortero para moler la sal hasta que obtenga cristales muy finos. A continuación, colóquese en el centro de la habitación y vierta la sal alrededor de la estancia, describiendo movimientos lentos y majestuosos con los brazos. Muévase en la dirección de las agujas del reloj. Esta sal tan fina despejará el aire, así como los rincones más recónditos de la habitación.

Hay quienes creen que se puede ocasionar daño a una persona arrojando sal en su casa, en la puerta de entrada o directamente sobre el cuerpo del individuo, pero esto no es así. Si a usted le tiran sal, no tema; no sólo no conseguirán ocasionarle ningún daño, sino que es probable que mejoren su suerte.

Gotas de Rocío, Gotas de Rocío, Gotas de Rocío...

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